El transporte escolar de estudiantes es un servicio independiente al colegio, gestionado y contratado directamente por los padres y apoderados. Esto significa que el colegio no administra ni controla el servicio, ni tiene responsabilidad en su operación. Los padres deben coordinar el contrato, las rutas y los horarios directamente el conductor que provee el servicio, asegurándose de que cumpla con las normativas de seguridad y calidad necesarias para el traslado de los estudiantes.
El colegio vela que los transportista cuentan con documentación al día según las normativas establecidas.